PRIMERA VEZ Y DE AHÍ HASTA EL INFINITO

La primera vez que cobre por sexo. Fue cuando acababa de cumplir 35 años, todo lo malo que me podia suceder, sucedió en cuestión de un par de meses, te explicó.

Cumpli 35, a mi hija pequeña le diagnosticaron leucemia, mi exmarido no quiso cumplir la carga, dejandomela toda a mi y por tantas idas al hospital y con doctores especialistas, mi jefe no me tuvo paciencia y terminó por despedirme, teniendo que dejar el departamento, simplemente no podia pagar la renta, no quedandome otra opción que regresarme a vivir con mi madre y su nuevo novio. Mi padre habia muerto varios años atrás, tambien de cancer, prostata, y mi madre, con la escusa de que se sentía sola, no tardó en buscarse el reemplazo, un pinche vividor que nomas se la pasaba en la casa, haciendose pendejo. Odie cada minuto que estuve en esa casa.

Toda esa miseria duro meses, en los que mi hija perdia la batalla contra el cancer y mi madre apoyada por el novio no perdia la oportunidad de bajarme el poco amor propio que me quedaba y autoestima y demas, haciendome sentir de la chingada, terminé en un dar del centro de la ciudad, queriendome olvidar de todo, con un par de cervezas encima y otra en mano, mal comida y peda, le hable al unico amigo que me quedaba. El apareció, la chilladera se hizo presente.

– – no tengo nada de dinero0 – dije en algun momento de la noche, y arrastrando las palabnras y la cobija – me cae que tendré que vender las nalgas en algun momento – agregué para soltar la carcajada.

– yo te las compro – dijo de inmediato, tambien riendo, lo acompañe, nomas que puso la cara seria, para sacar la cartera y tomar un billete de 500, poniendolo de golpe sobre la mesa donde stabamos pisteando.

La sonrisa de ambos se borraron, la de el, porque´estaba hablando en serio y la mia un tanto asustada. La propuesta de mi amigo era en serio, y mi miseria tambien lo era. El billete estaba ahí, y la idea empezó a tomar fuerza en mi mente.

Yo sabia que aunque amigos, siempre habia existido respeto, por que amabos estabamos casados con nuestras respectivas parejas.

– ewey, toy jugando – dije con risa nerviosa – ademas, tu esposa – agregué, empezando a ponerme nerviosa.

– yo tambien – respondio sin sonreir – y ella se fue.

– chale, ¿hace cuanto? – pregunté sorprendida.

– hace un año, como en estas fechas, ya sabes, me aplicó la de voy por cigarros y no volvió, pero no nos desviemos del tema – dijo, dando unos toques con la punta de los dedos sobre el billete.

Tragué saliva, aunque habia respeto, como que siempre hubo cierta atracción el uno sobre el otro. Nos llegamos a hacer comentarios un tanto subidos de tono y hasta ahí, nunca mas alla.

No dije nada.

– y si eso no es suficiente – dijo, poniendo otro billete en la mesa.

Si era un buen de lana, al menos para mi y en esos momentos. Por alguna razon, una lagrima salió, recorriendo por mi mejilla hasta que la detuve con un rapido movimiento de mi mano. Y en caso contrario, con la otra tomé el dinero de la mesa.

– Está bien – dije en voz baja.

– no tienes que hacerlo si te sientes obligada – dijo el, viendo mi actitud.

Claro que me sentia obligada, por mi hija que se estaba muriendo y que no podia hacer nada por ayudarla, porque no tenia trabajo y dinero, tambien por mi madre, su novio y sus malos tratos, y por ultimo por el puto de mi exmarido que no tuvo los huevos para quedarse y mucho menos ayudarte, por que ni eso hacia.

– está bien, vamos, pero que no sea tu casa, ni pensarlo en la mia y no soportaria en un motel – respondí, guardando los billetes en el monedero y poniendome de pie.

Fuimos a su casa, ambos estabamos nerviosos, ademas, sumandole que yo estaba algo asustada y el algo ansioso, era algo que habia deseado desde hacia mucho, y yo no vendia piñas y aunque tambien le habia considerado, no me lo habia imaginado de esa manera y circunstancias.

Llevamos a su casa, la misma que ya habia visitdo en el pasado, pero en este momento se veia diferente, mi amigo habia «remodelado» su casa, deshaciendose de todo lo que le recordaba a su exmujer.

Nos sentamos en la sala, esa todavia era la misma de siempre, quedandonos en silencio unos momentos, hasta que el se puso de pie en un movimiento bruso que llegó a sorprenderme.

– gustas algo de tomar? – dijo estando ya de pie, siguiendo con el nerviosismo presente.

Lo pensé por unos segundos. El gusto de ponerme peda, un poco mas de lo que ya lo estaba me atraia, asi los nerviosos y miedos desaparecieran, pero por otro lado no queria que fuera a hacer alguna vergüenza, como el vomitar o similares que provocara que el se arrepintiera del pago y quisiera su dinero de regreso. Preferí ponerme de pie, quitandome la blusa, dejando ver mi bra viejo y un poco sucio. Recuerden que hasta el momento, nada de eso estaba planeado y digan que por pura costumbre me rasure las patas dos dias atrás.

El sonrió al verme asi. Me acerqué para intentar besarlo, giró la cabeza, mi beso aterrizo en su mejilla.

Pos bueno, para no hacerles el cuento largo y mal contado, han visto cualquer escena porno, donde el plancer de ella no cuenta y que solo cuenta que tanto se la pueden metar, como si fuera una carrera o competencia, y que nomas quieren venirse en la cara, cosa que me negue, no se porque tanta insistancia.

Una hora y media despues ya estabamos en su carro de nuevo, con rumbo a mi casa.

Habia sido una experiencia unica, mucho muy diferente a lo que habia hecho con anterioridad, no habia sido de mi total agrado, pero fui haciendome a la idea de que asi era eso, algo no placentero, pero que serveria para salir de jodido, al menos esa era la idea.

Esa noche no dormí del todo, no porque tuviera que soportar  el regaño de mi madre por llegar a esa hora, si no por lo sucedido con mi amigo, sosteniendo los billetes en mis manos, pensando en todo, todas las posibilidades, habia algunas cosas que realmente no me gustaria hacer, como el pararme en una esquina y vestirme de una manera vulgar. Pero el dedicarme al talon me era una opción muy viable para sobrevivir, junto con mi hija y poder salir de la casa de mi madre.

– me gustó mucho lo de anoche – me dijo mi amigo por mensaje al celular al dia siguiente.

– claro cuando gustes, ya sabes mi tarifa, lol – le respondí de inmediato.

– ¿Qué te parece mañana en la noche?

– por supuesto.

Mi amigo se convirtió en mi mejor cliente, que no dudaba en soltar los billetes cada que nos veiamos, cosa que me ayudó a levantarme un poco.

Las cosas hasta eso, dejaron de cer tan mecanicas como las primeras veces, incluso llegué a pasar algunas noches en su casa, platicnado y durmiendo como pareja, no como cliente y mercancia. Eso sucedió luego de que mi hija perdiera la guerra contra la leucemia.

Se que sonaria como algo horrible lo que voy a decir, pero espero que entiendan mi situación, cuando mi hija falleció, me alegré, el dolor y sufrimiento habian acabado, no el mio, el de ella, ya podia dormir, descanzar en paz. La amo y la extraño cada dia y cada hora y minuto, pero el dolor de verla asi era demasiado, simplemente no podia soportarlo.

En una platica de sobrecama, luego del sexo, el tema de expandir el negocio y el buscar mas clientes sin salir de casa y exponerme a el peligro de la calle.

– pos si quieres, yo te puedo ayudar con eso.

– con que? – pregunté ingenuamente.

– el conseguir clientes y el tener un lugar donde poder atenderlos.

– Escucho.

– tengo amigos, a los que les he hablado de ti y se han interesado en tus servicios, ademas de que puedes usar mi departamento, ya ves que casi no estoy, tengo una recamara extra y puedes pagarme algo de renta.

– Osea que lo que quieres es convertirte en mi padrote.

– si quieres verlo de ese modo, si, seria tu padrote.

– y me cuidarias cuando alguien se quiera pasar de lanza?

– si hago bien las cosas al escoger a tus clientes, no habra necesidad de golpear a nadie, por que obviamente nadie va a querer lastimarte, no lo soportaria.

Eso ultimo me llamó la atención, nomas lo voltie a ver, como queriendo saber que habia querido decir con eso, el estaba volteando hacia el techo no me vio, preferí dejarlo pasar.

Asi empezó esa relación, donde mi mejor y unico amigo se convirtió primero en mi cliente y luego en mi padrote, consiguiendome clientes.

Pude salirme de la casa de mi madre y no volver, solo cuando cuelgen los tenis y ni asi, instalandome en el departamento de mi amigo, donde recibia a los clientes, enviados por el, incluso, en mas de una ocasión, los llevó el mismo, quedandose ahí mientras yo hacia mi trabajo.

Todo esto teniendo yo mas de 35 y luego de haber tenido una hija, algo debia estar haciendo bien.

Eso duró poco mas de un año, donde aparte de los clientes tambien me acostaba con mi amigo y padrote, incluyendo un par de veces lo hace al mismo tiempo.

Todo duró hasta que un dia, un cliente se apareció en la casa, en un estado un tanto inconveniente, aunque no lo noté al principio, ya que su inconveniendia no era debido por el alcohol, si no por un psicotropico. Asi pudo entrar al departamento. No pasó mucho tiempo en que todo se volvió un caos. El tipo se puso violento destrozando el lugar y de pasada a mi, me puso una madrina que poco falto para que me mandara al hospital. En medio de la locura, el cliente dijo algo que me llamó la atención.

– fue tu amigo quien me dui el dinero, pero mejor me lo quedó, de todo modos to no lo vas a llegar a usar.

Eso me dio un chingo de miedo. Pensé que algo peor que la golpiza me fuera a suceder. Me imaguine a mi misma toda destazada y metida en una maleta. No se que lo detuvo, tal vez el matarme no era su intención, solo el golpearme y hacer un desmadre, cosa de lo que agradezco.

El tipo se fue, yo me quedé tirada en una esquina del departamento, que fue donde me encontró mi amigo quien sabe cuanto tiempo despues.

– ya no me quiero seguirle – le dije entre lagrimas y llanto – nunca me gustó y despues de esto ya no voy a seguirle, no me importa – agregué.

El estuvo de acuerdo.

Asi terminó mi carrera como sexoservidora.

Unos dias despues, mientras seguia recuperandome y mientras desayunábamosrecorde lo que el loco ese dijo.

– ¿Qué quiso decir con que tu le diste el dinero? – pregunté, mi amigo se atragantó al escucharme.

– tu que le crees, ya viste que no andaba en sus cinco sentidos – trató de justificarse.

– ¿Por qué lo hiciste?

– yo… no… – se lo atragantaban las palabras – no me gustó la idea de que otros hombres te dieran su dinero por placer.

– ¿y eso?

– siempre me has gustado y queria estar contigo.

– eso me lo hubieras dicho antes, no mandandome a todos tus cuates a que me cogieran y que uno de ellos me golpiaran.

– yo solo queria apoyarte en tu idea.

– chale, tas rependejo.

Pos resultó que todo fue algo raro, mi amigo no solo queria hechar pata, si no tambien estar conmigo, pero no queria una relación formal por miedo a chafiar de nuevo. Aun asi terminamos juntos. El manteniendome no pagandome por hechar pata, ni llevandome a sus amigos.